Como resultado de lo anterior, los habitantes, en su mayoría de origen náhuatl, han decidido realizar los patrullajes nocturnos, con la intención de que grupos armados no lleguen hasta donde están sus familias, reveló la Coordinadora Regional de Organizaciones Indígenas de la Sierra de Zongolica (CROISZ).
En ese panorama de incertidumbre que ha perpetrado las Altas Montañas habitadas principalmente por indígenas nahuas, las autoridades han sido incapaces de garantizar la seguridad de los pobladores, expresó Julio Atenco, integrante de la CROISZ.
“No podría asegurar que están armados, pero lo cierto es que están patrullando la gente que vive ahí, porque las autoridades se seguridad son incapaces de garantizar eso, la seguridad. Lo que sí hay es mucha desconfianza hacia la Policía local y estatal. Seguridad Pública presume que tiene casi los robocops veracruzanos, pero al menos allá –en las zonas montañosas- no hay ni uno de esos”.
En la zona centro del estado, en los puntos altos de la Sierra y en sus valles desde Acultzingo, Orizaba y hasta Córdoba, los brotes de violencia han sido notorios, es por ello, dijo Atenco, que la misma sociedad ha tenido que agruparse para su autodefensa al menos haciendo rondines de vigilancia.
“No sé si al nivel de armarse o como están surgiendo grupos en el estado de Guerrero, a ese nivel no lo sé, pero lo que sí, es que la gente se está organizando y esto no es de ahorita”.
La organización de patrullajes ciudadanos para rondines se está dando en comunidades en lo alto de las montañas, como en municipios en las partes bajas, ejemplo de ello es Acultzingo. Incluso se coordinan con autoridades municipales. Asimismo, Soledad Atzompa y Atlahuilco tienen policía comunitaria, explicó.
Refirió que hace ocho años las representaciones de las comunidades de Zongolica tuvieron una reunión con la Secretaría de Gobierno para institucionalizar la Policía Comunitaria y que no generara conflicto como en Guerrero. Sin embargo, los acuerdos para oficializar los patrullajes comunitarios, no se concretaron en Veracruz, así que se ha vuelto parte de los usos y costumbres.
“Y gracias a esa estructura de vigilancia comunitaria, la delincuencia no ha podido sentar a sus reales en los pueblos indígenas”.
Toque que queda en Zongolica.
El escenario de violencia en la región conocida como las Altas Montañas, ha derivado en que además del patrullaje ciudadano, se establezcan medidas como el “toque de queda” en la cabecera municipal de Zongolica.
“No debería ser, pero es una necesidad que ha surgido a consecuencia de esa incapacidad de los cuerpos de seguridad de garantizar la tranquilidad de los habitantes. Prácticamente la gente de las comunidades está teniendo que hacer el trabajo de la Policía, porque en los cuerpos de seguridad no hay deficiencia, o hay corrupción o simplemente están ausentes, o en algunos casos pudieran hasta trabajan para la delincuencia organizada, eso no lo sabemos”.
En ese sentido, Julio Atenco deploró que la medida implementada en Zongolica se ejerza por una autoridad “incompetente” y se estén violentando las garantías individuales.
Se refirió al caso de las menores de edad arrestadas por la policía local por “violar” el toque de queda y haber salido a comprar cerillos a la tienda a las diez de la noche.
“Es producto de la ausencia de las autoridades para garantizar la seguridad”.
No obstante, en comunidades como Soledad Atzompa no es necesario el toque de queda “porque hay vigilancia de la misma población que se ha organizado para hacer rondines, sobre todo a raíz de lo que pasó con Ernestina Ascencio, porque en algunos casos la gente ya no confía ni en los uniformados militares”.
Julio Atenco resaltó que en gran medida, la capacidad de organización de los habitantes de las comunidades indígenas debe ser ejemplo para las ciudades, pues “ante la incapacidad de las autoridades de garantizar seguridad, la población ha tenido que unirse y autoprotegerse, no nos dejan de otra”.
http://plumaslibres.com.mx/2013/02/12/indigenas-patrullan-sierra-de-zongolica/
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