martes, 30 de octubre de 2012

Demandan búsqueda de desaparecidos en fosas

“Veracruz y todos los estados que son tránsito de migrantes, se han convertido en un cementerio clandestino de migrantes”, asegura Elvira Arellano, coordinadora de la caravana de madres centroamericanas.

La representante de este movimento, que aglutina a madres que buscan a sus familiares desaparecidos en México, está convencida -como otros activistas, entre estos, el padre Alejandro Solalinde Guerra-, de que debajo del suelo y quizás en casas de seguridad, yacen restos de migrantes sin localizar en los últimos años.

Entrevistada en Tierra Blanca, Arellano lamenta la indeferencia del estado mexicano por investigar las desapariciones de migrantes centroamericanos, pues en todas se ha declarado “incompetente”.

“Se dice que en donde hay casas de seguridad pudiera ser donde están las fosas clandestinas, pero el estado mexicano no quiere investigar y hacer absolutamente nada”.

“Hasta cuando aparecen las fosas dicen: ‘sí ocurrieron secuestros’”.

“Es lamentable, el estado mexicano debe asumir su responsabilidad sobre lo que ocurre en Veracruz y el país”.

Para Elvira Arellano, si hay un estado que es foco rojo para el tránsito de migrantes, es Veracruz, pues es “una ruta que se ha vuelto peligrosa”.

“Principalmente Tierra Blanca, que es cuna de secuestros”.

Recordó que el año pasado, cuando la caravana transitaba por Córdoba, en compañía de un grupo de migrantes, les tocó ser víctimas de las bandas pues “quisieron secuestrar a una muchachita”.

“Hemos visto muchos casos y los migrantes dan su testimonio -de secuestros- pero no quieren denunciar, no quieren ser una mas de las desapariciones”.

Según la activista, los secuestros se dan por temporadas y a pesar de la detención de las grupos delictivos.

“Como que por unos días para, pero luego vuelve nuevamente”.

“En lo que detienen a gente de la delincuencia, la ponen en la cárcel, pero luego viene más gente nueva a controlar la zona y empiezan los secuestros”.

Se presume también complicidad de agentes migratorios con los delincuentes.

“Cuando comienzan a hacer operativos del INM, es señal de que van a secuestrar más gente”.

El año pasado, expone, surgió “el escándalo” cuando sacerdotes, defensores de migrantes, denunciaron que agentes del INM “detenían a migrantes y ellos llamaban a la delincuencia organizada para vendérselos a 3 mil pesos”. “Es una corrupción tan asquerosa que hay”, exclama Elvira Arellano.


plumaslibres

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