martes, 20 de agosto de 2013

Manuelito aparece y declara sobre humillación que sufrió en Tabasco

La madre del niño indígena, residente en Chiapas, quisiera ver a su hijo, pero no tiene recursos para trasladarse a Villahermosa

28/07/2013 08:10 Fabiola Xicoténcatl/Corresponsal y Gaspar Romero
<i>Manuelito</i> aparece y declara sobre humillación que sufrió en Tabasco

TABASCO, 28 de julio.- La madrugada de ayer, Feliciano Díaz Díaz, el niño indígena vendedor de dulces que fue humillado por un inspector del ayuntamiento de Centro, en Tabasco, reapareció en esta ciudad al presentarse con familiares en el Centro de Atención a Menores Víctimas e Incapaces (CAMVI).

Conocido al inicio como Manuel, el niño vendedor de dulces, originario de San Juan Chamula, Chiapas, dio su versión de lo ocurrido ante las autoridades, aunque no se precisó su declaración.
Feliciano reapareció después de que convencieran a su tía María de recibir el apoyo por parte del DIF Tabasco.
El procurador Fernando Valenzuela acudió al CAMVI, dependiente de la Procuraduría estatal, para constatar la presencia del menor y su atención en el lugar. El funcionario refirió que a las personas que cometieron el abuso en su contra se les castigará y que con su aparición se abundará en la investigación.

Luego de los hechos dados a conocer mediante un video, los familiares del menor dijeron que se había regresado a su casa en Chiapas, pero ayer reapareció.

La víspera la PGJE reportó la detención de Carmen Torres, por la posible comisión de los delitos de abuso de autoridad y robo con violencia moral, en contra del menor. La institución había girado orden de localización y presentación contra ella y el funcionario del municipio de Centro, Juan Diego López, quien le quitó las cajetillas de cigarros y lo obligó a tirar sus dulces.

Por su parte, Julio Hernández, líder de los ambulantes de la Zona Luz de Villahermosa, explicó que la tía de Manuelito se le acercó para pedirle apoyo para su sobrino, a lo que éste, después de varios intentos, la convenció de que recibiera la ayuda por parte del DIF estatal, por lo que personal de esa institución acudió en su búsqueda para posteriormente ser trasladado al CAMVI, donde durmió anoche.

Alrededor de la medianoche del viernes, Feliciano acudió a las oficinas del CAMVI en compañía de su tía, así como de una traductora de la lengua tzotzil, para dar su versión de la agresión que sufrió a manos de López Jiménez, quien está prófugo luego de que la PGJ de Tabasco girara orden de presentación en su contra por los delitos de abuso de autoridad, maltrato infantil y robo.

El menor podría recibir una beca escolar para la primaria y apoyo sicológico, lo cual ofreció el gobernador Arturo Núñez.

La madre se dice triste
Por otra parte, en San Juan Chamula, Chiapas, triste y desconcertada se encuentra Andrea Díaz Pérez, madre de Feliciano.
Andrea, de 27 años, vive en la comunidad de El Romerillo, del municipio de San Juan Chamula, sobre una montañita que se ubica a un costado de la carretera que comunica al ayuntamiento de Tenejapa. Su vivienda es de apenas unos cuatro metros de ancho por cuatro de largo y está hecha con tablas, cocina en fogón y les da de comer a sus hijos frijoles.
Vive con sus tres hijos Daniel, Marcela y Ángel, de ocho años, tres y año tres meses, aunque Feliciano, de diez años, tuvo que viajar a Tabasco para trabajar.
Andrea Díaz se quedó sola con sus hijos, debido a que su esposo, Mariano Díaz Hernández, emigró a Estados Unidos por falta de trabajo, sostuvo.
“Aquí sólo trabajaba la tierra, sembraba milpa, frijoles y algunas hortalizas para poder comer.”
Pero mi hijo, que se llama Feliciano y no Manuel, dijo, viajó a Villahermosa, porque allá vive una tía de él y se fue a trabajar. Agregó que se enteró de la situación de su hijo por una llamada que recibió de un familiar que vive en la Ciudad de México y que vio el video por la televisión.
“Yo no he visto nada porque no tengo televisión”, acotó.
“En estos momentos yo quisiera que alguien de las autoridades me informará cómo está Feliciano, quien cuenta apenas con diez años”, señaló, a través de un traductor al castellano, debido a que sólo habla el idioma tzotzil.
Con semblante acongojado, la indígena tzotzil dice que si el gobierno de ese estado, (de Tabasco), le va otorgar una beca para estudiar “a mi hijo, pues se la acepto, pero va tener que mandársela hasta aquí” (a San Juan Chamula) para que pueda continuar con sus estudios en la primaria del pueblo.
La madre del menor señaló que su hijo tiene que trabajar en este momento porque no le alcanza para comprar los útiles escolares y los zapatos de Feliciano. “Yo quisiera ir hasta allá para ver cómo está, pero no tengo dinero. Incluso si las autoridades lo pueden traer hasta San Juan Chamula que lo traigan, porque sus clases ya van a empezar”.
Feliciano y sus tres hermanos viven en el Barrio Yutosil, de la comunidad El Romerillo, ahora que su padre se fue a Estados Unidos, Andrea es quien trabaja la tierra, siembra milpa y cuida algunas gallinas para sobrevivir.
Los habitantes de El Romerillo, en su mayoría, se dedican a la siembra de hortalizas, como col, rábano, coliflor, milpa, frijoles y la haba, entre otros. Los vecinos cercanos a Andrea conocen la situación del menor y desean verlo para saber si está bien de salud y temen por su seguridad.
Mediante el traductor, quien es profesor y ex alcalde de San Juan Chamula y ex diputado local, indicó que no sabe cuándo regresará el niño;  aunque estimó que podría ser antes de que empiecen las clases.

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