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| En la imagen, un helicóptero Belt de Estados Unidos es entregado a México en diciembre de 2009. ESPECIAL |
El acuerdo para combatir el problema mutuo del narcotráfico y la delincuencia organizada parece estar en pausa
CIUDAD DE MÉXICO (06/MAY/2013).- La Iniciativa Mérida está en el limbo. Dos hechos la semana pasada marcan que el convenio de intercambio de información y actividades para combatir a los cárteles de las drogas, signado en 2008, es casi letra muerta.
Horas antes de que llegara a México el mandatario estadounidense Barack Obama, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, advertía que sólo habría una “ventanilla única” para tratar el tema de la seguridad mutua. Y horas después del arribo del Ejecutivo norteamericano, al tocar el tema de seguridad en una rueda de prensa conjunta, el Presidente Enrique Peña Nieto ni siquiera hizo referencia a la Iniciativa Mérida. Es más, tampoco el visitante distinguido la mencionó.
En otras palabras, se acabó la “barra libre” para dependencias estadounidenses como el Departamento de Estado, el Departamento de Justicia, el Consejo Nacional de Seguridad, el Pentágono, la Agencia Central de Inteligencia (CIA), la FBI, la agencia antidrogas DEA, entre otras, que en el sexenio de Felipe Calderón tuvieron una especie de trato privilegiado y podían actuar con libertad en el territorio mexicano.
México es la ruta principal por la que transitan cocaína y otras drogas destinadas al consumo en Estados Unidos y el Gobierno de Washington calcula que los narcotraficantes mexicanos lucran unos 25 mil millones de dólares anuales.
“Tengamos claro que la cooperación que hoy ya tenemos con Estados Unidos, a partir de la nueva estrategia (de seguridad) lo que hemos buscado es ordenarla, institucionalizarla, establecer canales claros y únicos para esta cooperación”, describió Peña Nieto el jueves por la tarde en cadena nacional.
En su turno de la rueda de prensa con Peña Nieto, Obama respondió que “es el derecho de los mexicanos decidir sus estructuras de seguridad y cómo la compromete con otras naciones incluyendo a Estados Unidos”.
En el pasado “tuvimos una muy fuerte relación de cooperación en cuestiones de seguridad y estoy seguro de que el presidente Peña Nieto construirá en ese progreso y éxito”, dijo el viernes el portavoz de la Casa Blanca Jay Carney, durante el viaje de Obama a Costa Rica.
Información publicada en Estados Unidos en días previos a la llegada de Obama daba cuenta de restricciones que el gobierno de Peña Nieto empezó a poner a la actividad de los agentes de inteligencia estadounidenses.
La actividad se había incrementado con el despliegue militar contra el narcotráfico que lanzó Calderón en 2006 y que recibió el apoyo de Washington con la Iniciativa Mérida, que destinó mil 900 millones de dólares principalmente para tecnología y capacitación.
Para Raúl Benítez Manaut, experto en seguridad nacional de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) la Iniciativa Mérida está muerta, al no ser mencionada por los presidentes.
El director del Centro de Investigaciones sobre América del Norte de la UNAM, José Luis Valdez Ugarte, puntualiza que los agentes de inteligencia estadounidenses en México llegaron para quedarse, pero pide que este asunto abra “un debate político y público entre poderes y ciudadanía para determinar los mecanismos de cooperación”.
Para el consultor en seguridad Gerardo Rodríguez “es ingenuo pensar que México y Estados Unidos no van a trabajar de manera coordinada” en seguridad. Pero la cooperación “institucional y ordenada” con Washington que anunció Peña Nieto se ha mostrado necesaria, ya que Calderón “no pudo controlar que las agencia de Estados Unidos provocaran conflictos al interior de sus propias agencias de seguridad”, explicó Rodríguez, quien puso como ejemplo un episodio del abatimiento del capo narco Arturo Beltrán Leyva en 2009 revelado por WikiLeaks.
Según un cable diplomático de Estados Unidos, fueron agentes de la CIA quienes localizaron a Beltrán Leyva y decidieron entregar esa información a la Secretaría de Defensa, que decidió no actuar, por lo que después se la dieron a la Marina Armada que sí intervino y abatió al narcotraficante en un cruento operativo en Morelos.
LA CIFRA
1900 millones de dólares destinó EU para el Plan Mérida en México, a partir de 2008
FRASE
''Con este Gobierno no se vale, ni se podrá ni se permitirá que cada agencia determine con quién se entiende''.
Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación.
LO QUE DEJA EL ACUERDO
Equipamiento y capacitación
> Funcionarios de Estados Unidos y México colaboran a diversos niveles mediante reuniones de trabajo periódicas de un grupo bilateral de instrumentación. En agosto de 2010, funcionarios de ambos países abrieron una oficina bilateral de implementación (“BIO/OBS”) en el Distrito Federal, que permite intercambios diarios entre personal técnico de Estados Unidos y de México, con el propósito de poner en funcionamiento programas de transferencia de equipo y de entrenamiento bajo la Iniciativa Mérida.
> Los funcionarios de ambos países que trabajan en la BIO/OBS no participan en actividades de inteligencia u operacionales, su enfoque está en la implementación de programas de la Iniciativa Mérida.
> Se capacitaron más de cuatro mil 500 nuevos investigadores en la academia de la Policía Federal en San Luis Potosí. Los cursos fueron impartidos por profesionales policiacos de Estados Unidos, Colombia, España, Canadá y la República Checa. El programa incluye técnicas de investigación criminal, recolección de evidencia, preservación de la escena del crimen y ética.
> Se apoyó el esfuerzo de México contra el contrabando de dinero y armas con equipo de inspección no intrusiva de varias agencias. Estados Unidos ha entregado equipo y capacitación con un valor de más de 465 millones de dólares.
> Ocho helicópteros Bell 412 fueron entregados a la Secretaría de la Defensa Nacional, y tres helicópteros Blackhawk UH-60 a la SSP.
> Se entregaron a México 23 camionetas ZBV equipadas con rayos X de retrodispersión, que inspeccionan vehículos comerciales ligeros y vehículos particulares en busca de armas, drogas, explosivos, químicos y dinero de procedencia ilícita.
> 45 detectores de vapor manuales con escáneres de iones se entregaron al Ejército Mexicano en septiembre de 2009.
> 10 minivans con rayos X se entregaron a la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) en diciembre de 2009, utilizadas en retenes para detectar contrabando.
APUNTES
Cárteles mexicanos echan raíces en EU
Los narcotraficantes mexicanos, que desde la década de 1990 han sido la principal fuente de drogas ilícitas en Estados Unidos, lograron penetrar en el corazón del país y suponen un desafío importante del crimen organizado a la seguridad pública.
La expansión de los cárteles de la droga a más de mil ciudades en 2011, según el Departamento de Justicia, lejos de su tradicional teatro de operaciones en la frontera común, constituye un reto insoslayable para EU. Las autoridades dan cuenta de la presencia de narcos mexicanos en Georgia, Kentucky, Illinois, Indiana, Michigan, Minnesota, Ohio y Pensilvania, donde buscan controlar las lucrativas rutas del negocio.
El poderoso cártel de Sinaloa, liderado por el fugitivo Joaquín “El Chapo” Guzmán, tiene una fuerte presencia en Chicago, tanto que en febrero pasado la Comisión sobre Crímenes en Chicago lo identificó como el “enemigo público número uno”, designación que originalmente se dio al mafioso italiano Al Capone.
Cada vez más los narcotraficantes mexicanos dominan el negocio ilícito, pues ya han superado a los cárteles colombianos, lo que por cercanía representa una mayor amenaza.
Carl Meacham, director del programa de las Américas del Centro para Estudios Estratégicos e Internacionales, consideró que la presencia de los narcos mexicanos no sorprende, “porque siempre se supo que para que estas redes del crimen trasnacional funcionen, necesitan tener agentes tanto en México como en Estados Unidos”.
Fuente: http://www.informador.com.mx/mexico/2013/455795/6/ignora-enrique-pena-nieto-la-iniciativa-merida.htm
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