El doctor Enrique Díaz Aranda, investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, aseveró que es falso que con el nuevo proceso penal acusatorio, que es la aplicación de juicios orales, se vaya a erradicar la impunidad, y que ciudadanos inocentes sean utilizados como chivos expiatorios.
Su argumento para refutar esta idea, es que mientras los ministerios públicos no reciban capacitación y adiestramiento constante de tipo científico para analizar las escenas del crimen y, con ello armar un buen expediente, el juez no tendrá los elementos para poder emitir una sentencia justa y expedita en contra de quienes infrinjan la ley.
Entrevistado en una de sus visitas al Poder Judicial para dar cursos de capacitación a los integrantes del Poder Judicial de Veracruz, con el tema de reforma en materia constitucional, en materia de derechos humanos, comentó respecto a este sistema judicial acusatorio, que a partir del año 2008 la Constitución previó la aplicación de un nuevo proceso penal, que se llama proceso penal acusatorio (juicios orales), el cual tiene varios principios:
La presunción de inocencia; el tratar de proteger la libertad del ciudadano al máximo posible, en caso de que sea procesado, lo pueda enfrentar en libertad; que haya juicios que sean más expeditos y sean públicos; que al llagar a una de sus etapas del proceso penal, se realicen los juicios orales, en donde va haber contradicción y donde, se pretenden se cumplan una serie de garantías.
“Esto implica una protección del más alto nivel de los derechos humanos que inician desde el momento de la misma detención de la persona”.
Al ser cuestionado respecto a cuál fue el detonante para que el Estado mexicano elevara a un máximo nivel los derechos humanos en el país, el investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM respondió que el incremento de la criminalidad y la percepción de inseguridad ha sido tan fuerte, dio lugar a las búsquedas de alternativas para tratar de sancionar a los delincuentes, pero sobre todo, “se trata de evitar que los inocentes sean utilizados como chivos expiatorios”.
No obstante, el experto refuta esta tesis: “Se ha creído que con un nuevo sistema de justicia basado en el proceso penal acusatorio va a conseguirse este objetivo, el de evitar gente inocente sea utilizada como chivos expiatorios… pero desde mi punto de vista esta idea es falsa”.
“Porque se cree que con una nueva forma procesal vamos a conseguir erradicar la impunidad, las verdaderas sentencias o condenas a los delincuentes; pero esto es falso, porque como todo en la vida siempre hay forma y fondo. Las nuevas formas procesales que se están implementando no van a tener ningún sentido sino les doy el fondo requerido”.
Fuente: http://plumaslibres.com.mx
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