viernes, 17 de mayo de 2013

Policías amenazan y golpean a seis periodistas en Guerrero

Policías de Tlapa entre los agresores a periodistas Foto: Sergio Ferrer
Incertidumbre y temor entre reporteros de Guerrero

Por Flor Miranda


CHILPANCINGO, Gro.- En menos de ocho días, policías federales y locales han amenazado de muerte, agredido física y verbalmente a media docena de reporteros del estado de Guerrero, México. Los periodistas ahora temen por su integridad y la de su familia, y por ello responsabilizaron a los cuerpos policíacos, al gobernador Ángel Aguirre Rivero y al Procurador General de la República, Jesús Murillo Karam, de lo que les pueda suceder a ellos y a sus familiares.

Las agresiones contra comunicadores en Guerrero, han aumentado de manera alarmante en la última semana, aunque esta represión contra la libertad de expresión se ha venido presentando desde hace varios años.

Respecto a algunas de las agresiones los reporteros Ezequiel Flores Contreras y José Luis de la Cruz González, este jueves presentaron una queja ante la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos de Guerrero (Coddehum), por amenazas de muerte y violación a la libertad de expresión en contra del Agente del Ministerio Público Federal, Marco Antonio Huerta Medina.

Se trata del corresponsal en Guerrero de la revista Proceso, Ezequiel Flores, y el fotoreportero del periódico El Sur, José Luis de la Cruz, quienes denunciaron que fueron amenazados de muerte y agredidos físicas y verbalmente por el agente federal.

La narración de los hechos quedó asentada en la denuncia UVG/095/2013/II, donde los comunicadores relatan que la agresión la sufrieron la mañana del miércoles, cuando cubrían la diligencia que realizaron profesores de la CETEG en las instalaciones del juzgado séptimo federal, con sede en esta capital.

Ezequiel Flores relató que el agente federal Marco Antonio Huerta, de manera prepotente tapó con su mano la cámara fotográfica de José Luis de la Cruz, para impedir que tomara fotos a los dirigentes cetegista, "yo se la retiré, y él me respondió con un golpe".

Fue en este momento cuando un efectivo federal adscrito a la Procuraduría General de la Republica (PGR), enfurecido les amenazó de muerte, les gritó y los golpeó.

"Nada más porque están sus compañeros con sus camaritas, si no ya se los hubiera llevado la chingada, pero dejen que los encuentre solos pinches mugrosos muertos de hambre", lenguaje que dijo Ezequiel Flores, "es el que utiliza la delincuencia, ése es nuestro temor".

Siguió denunciando que el policía federal ordenó con palabras obscenas a los policías estatales que los detuvieran, pero que éstos no le hicieron caso, pero después llegaron policías municipales, a quienes también les dio la misma orden, pero le pidieron que presentara cargos y no lo obedecieron.

En la denuncia, el corresponsal de la revista Proceso asegura que ese tipo de agresiones en contra de reporteros es alentada por las declaraciones que hizo a la prensa el gobernador de Guerrero Ángel Aguirre Rivero, en el sentido de que "yo miento en mi información, lo cual no es cierto porque en el caso de las renuncias en su gabinete, se están comprobando".

De estos hechos responsabilizan al gobernador del estado, Ángel Aguirre Rivero, y al Procurador General de la República, Jesús Murillo Karam, y de lo que les pueda pasar a su integridad física y a sus familias en lo sucesivo.

En otro escenario, el pasado martes se cometió otra agresión contra Sergio Ferrer, corresponsal en Tlapa del periódico El Sur y del digital estadounidense Los Ángeles Press, cuando éste intentaba cubrir el ataque cometido por elementos de la policía municipal de dicho municipio, contra maestros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG).

Según se informó, el incidente se suscitó cuando una comisión de profesores de la Montaña acudió al palacio municipal de Tlapa para tener una audiencia con el alcalde, para exigirle que no realizara el festejo y que mejor destinara el recurso que se gastaría para las mejoras de las escuelas de Tlapa que presentan carencias.

Mientras tanto, afuera se encontraban maestras y maestros que esperaban la salida de la comisión, ellos también exigieron al personal del ayuntamiento que se dejara de repartir los boletos que se rifarían como parte del festejo del Día del Maestro, en ese momento los uniformados empujaron a los manifestantes con lo que se inició el zafarrancho.

Minutos después, los policías comenzaron a agredir a los maestros, con empujones y jaloneos. Entre los maestros y policías quedó el periodista Sergio Ferrer, quien se disponía a tomar fotografías como parte de su trabajo, y de manera sorpresiva un policía encapuchado le dio de golpes con un tolete, lastimando severamente uno de sus brazos.

En el mismo incidente se encontraba el corresponsal de periódico la Jornada, tomando imágenes de lo que acontecía. Ello molestó a los policías, quienes con palabras altisonantes amenazaron al reportero.

En otros hechos, la madrugada del domingo, el fotógrafo y reportero Bernandino Hernández fue agredido en Acapulco por policías federales, y además de golpearlo lo despojaron de seis mil pesos. "Un claro ejemplo de la intención de coartar la libertad de expresión en Guerrero", según denunció.

Entre los atentados contra comunicadores también están las amenazas del jefe de seguridad del gobernador en contra de los fotoreporteros Erick Chávelas y Miguel Morán.

Al igual que las agresiones físicas y verbales que sufrió el corresponsal del periódico El Universal y de la Agencia Periodística de Investigación (API) de parte de policías del Operativo Guerrero Seguro.


Fuente: http://www.losangelespress.org

No hay comentarios:

Publicar un comentario